El incierto panorama de cara a la licitación de la cartera de nuevos afiliados a las AFP
El golpeado mercado laboral podría desalentar a algunos actores a participar.
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Ayer se dio inicio a un nuevo proceso de licitación de la cartera de afiliados de las AFP para el período 2021-2023, luego de que la Contraloría aprobara las bases redactadas por la Superintendencia de Pensiones (SP).
De esta manera, todas las personas que se incorporen al sistema como trabajadores dependientes, independientes y afiliados voluntarios durante 24 meses contados a partir del 1 de octubre de 2021, deberán afiliarse a la AFP adjudicataria.
De acuerdo al calentario establecido por el regulador, el 12 de marzo se deben presentar las ofertas y el 1 de abril se podría conocer a la nueva (o existente) AFP ganadora.
Este proceso -establecido en la reforma previsional del 2008- siempre ha generado altas expectativas entre los actores del mundo financiero, pero este año podría resultar menos atractivo que en otras ocasiones.
¿La razón? Los efectos que ha generado la pandemia en el mercado laboral. Según datos del regulador, entre noviembre de 2019 y el mismo mes del 2020, la cantidad de cotizantes cayó casi un 4%. Además, a la fecha, más de 1,8 millones de personas han perdido sus trabajos durante la emergencia sanitaria.
El exsuperintendente de Pensiones, Alejandro Ferreiro, advierte que muchas personas han salido del sistema previsional y que la recuperación va a ser lenta. "En los próximos años no debiéramos esperar un mercado del trabajo con un volumen significativo de contratos formales que son aquellas que cotizan", enfatiza.
Mientras que la exsubsecretaria de Previsión Social, Jeannette Jara, señala que con el alto nivel de informalidad actual, "puede resultar poco atractivo para las administradoras presentarse a las propuestas", aunque ve difícil que después de tanto años se puedan restar del actual proceso.
¿Alguien se anima?
En el proceso anterior, en marzo de 2019, AFP Uno se adjudicó la licitación tras ofrecer una comisión de 0,69% del sueldo imponible.
Y a pesar de que existe espacio para reducir costos y presentar una comisión más baja aún, como señaló el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, a DF la semana pasada, lo cierto es que podría ocurrir lo mismo que pasó en el proceso antepasado.
En 2018, la licitación se declaró desierta -por primera vez desde que se realiza el concurso- debido a que nadie se presentó.
Así, las nuevas personas entrantes fueron designadas a Modelo que mantenía la menor comisión (pero podían cambiarse antes de los 24 meses), y lo mismo podría ocurrir en esta ocasión.
Según Ferreiro, de igual forma Uno presentará una oferta más agresiva porque es la tiene mayor interés en aumentar su número de cotizantes. Sin embargo, señala como un factor mucho más interesante el hecho de que en el debate previsional se haya planteado la posibilidad que la nueva cartera de afiliados también esté integrada por quienes ya están dentro del mercado laboral.
Ferreiro indica que con esto, la licitación sería mucho más masiva, lo que forzaría una baja más radical de los costos o comisiones.
Jara, por otro lado, pone hincapié en que este proceso también debe resguardar la calidad del servicio que entregan las AFP. "Es súper relevante que se evalúen tanto la comisión como la robustez institucional y la calidad de servicios que prestan a los afiliados", dice.